Ángela Borgia y las disputas de los Este
Un desafortunado comentario produjo consecuencias insospechadas.
Una de las personas que acompaña a Lucrecia a la corte de Ferrara es su prima Angela Borja. Mujer de gran belleza que ocasiona una de las disputas más conocidas entre los Este.
Sus encantos hicieron mella en la corte, poniendo en el centro de la diana a los dos cuñados de la duquesa, hermanos de su marido Alfonso: el mujeriego cardenal Hipólito y su hermano Julio, famoso por su porte y belleza.
Cierto día, Ángela, pretendida por Hipólito, hizo un comentario acerca de los hermosos ojos de su hermano Julio. Enfurecido y celoso, dió orden a unos sicarios para que le sacaran los ojos tan reputados por Ángela.
Raptaron a Julio y, en presencia del cardenal, ejecutaron la orden. Los médicos pudieron salvarle un ojo y quedó tuerto. El hecho causó gran revuelo en la Corte y el cardenal fue desterrado temporalmente.
Julio, ardiente de venganza, se alio con su otro hermano, Ferrante, para reemplazar a Alfonso, marido de Lucrecia, como duque de Ferrara. La conspiración fue descubierta y los compliceds de la conjura fueron decapitados y descuartizados en la plaza mayor.
Los dos hermanos debían ser ahorcados en el patio del castillo un 12 de agosto de 1506, pero Alfonso los indultó y los condenó a prisión perpétua en las mazmorras del castillo.
En 1559 muere Hércules II, y su hijo Alfonso II, el que sería último duque de Ferrara decide liberar a su tío abuelo, el octogenario Julio, que había estado 53 años preso. Ferrante había fallecido en su celda en 1540.